martes, 18 de agosto de 2009

¡OLE LA GRACIA DE MALAGA!. Brindis de vino y sangre

¡OLE LA GRACIA DE MALAGA!. Brindis de vino y sangre

Agosto sangriento: Málaga 1487 y 1936. Genocidio y saqueo del pueblo andalusí 18 y 19 de agosto y asesinato de los andaluces Blas Infante el 11 y Federico García Lorca el 18 de agosto.
Se halla próximo el mes de Ramadán y a muchos musulmanes norteafricanos no les quedará más remedio que ayunar por ayunar, porque "papá" también lo hace o su sheijj ("cura", en este contexto) a sueldo de la oficina estatal de asuntos religiosos así lo ha prescrito. Cínicos desalmados que hacen lo que les dicta su amito de turno, hasta estarían dispuestos a matar por él, olvidándose de lo que Ordena el Más Fuerte y Único Señor del Poder: El que invalida por completo vuestro ayuno por dejar a pobres niños musulmanes sufrir en el desierto, cuando les condenáis lo mismo que a otros niños en Palestina a agonizar por hambre y enfermedad. Muros de la Vergüenza del Sáhara o de Cisjordania o Gaza, vosotros hablaréis de los que se creen "grandes creyentes" en el Iaum Al-Qiama, El Día de la Gloria de los que se alzan en pie sobre la Madre Tierra Libre. Destino aterrador para los miserables que miran hacia otro lado ante la injusticia o la corrupción, mucho más terrible que el que teméis de los sicarios que amamantáis con vuestros impuestos, con o sin uniforme.

Sin embargo, hay aún algo más pavoroso en el cuarto centenario de un genocidio sin parangón hasta Pol-Pot en Camboya, el de los moriscos aragoneses y andalusíes, en medio de juergas estivales y noctámbulas canitas jaraneras al aire: al llegar de vacaciones a la Costa del Sol, encontrarse que la feria la han puesto sus bárbaros organizadores en pleno Agosto Sangriento, cuando se tremolan pendones castellanos (¡olé la grasia!), por las mismas fechas en las que se contabilizaban treinta mil vidas malagueñas víctimas del asedio, la enfermedad y del hambre (¡olé que arte!) y millares como resultado de la conquista eran masacrados, sin olvidar el regalito al papa de Roma de esclavos, niños malagueños incluidos, para amenizarle al pontífice sus "deogratias" pedófilos (¡olé con olé y olé!); pero el remate de la podredumbre inhumana, en su máximo estadio de mezquindad, aún no lo habéis sentío.

Hay un malagueño en una cuneta asesinado, insepulta yace la ignominia de sus verdugos. Su espíritu vaga alrededor de los chuflas haciendo el señorito por La Feria de la Vergüenza, esa que festeja -por desaprensión o simple necedad- la masacre de 1.487, la que ahora pasea su palmito cuando se conmemora en este mes el crimen del considerado por todas las fuerzas políticas Padre de todos los andaluces: Blas Infante. ¡Qué extraño Padre, sus huesos malagueños yacen sin nombre en el kilómetro cuatro de la carretera de Carmona!. ¡A nadie importa un Padre removiéndose en una tumba sin nombre!. No, a casi nadie importa, cuando los que tal atrocidad consienten sólo pueden ser considerados, según el diccionario de la R.A.E.: BASTARDOS...

Andalucía, agostadas conciencias, enjalbegados sepulcros sin nombre ni memoria, desierto de osarios insepultos, muros de oscurantismo brindando sus miserias de menguante luna... ¿No habéis notado un extraño sabor en ese vino de Málaga, dulce y tan color de sangre?.

¿No oís el grito que las balas no han conseguido acallar entre los olivares y el viento de levante?. Es el mismo que no hizo arrodillarse a Seisdedos en Casas Viejas (hoy Benalup, el del hotel de los muertos); idéntico al que inspiró el alma genial de Federico García Lorca, el que innominado yace en un barranco de Víznar, en otro agosto más de tantos agostos del oprobio...

Tal vez consigáis aún escucharlo por encima de la ignorancia de los que ven como sus hijos se deleitan en masacres virtuales ante la pantallita del ordenador y ellos mismos aún disfrutan con la muerte de otros por la tele o con la sangre del noble toro en el albero.

Grito de un Pueblo, cobardes, que jamás conseguiréis exterminar:

VIVA ANDALUCIA LIBRE Y SOBERANA!

Andalucía 16 de agosto de 2009




18.Agosto.09 x Al-Hakam Rodríguez/Foro Aben Humeya

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